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Se ha previsto que el uso de drones en aplicaciones de defensa se habrá duplicado a partir de 2020. Entre las nuevas tecnologías de drones que impulsan este crecimiento se encuentran los drones propulsados por hidrógeno, que se han vuelto cada vez más esenciales para la defensa debido a su capacidad para mantener el vuelo durante periodos de tiempo más largos (en comparación con los propulsados por baterías u otros métodos de combustible), así como otras ventajas como el ahorro de gastos, la eficiencia y el respeto por el medio ambiente. Sin embargo, antes de desplegar estos drones propulsados por hidrógeno a mayor escala en la industria de la defensa, es necesario superar algunos retos. Quizá el mayor sea la necesidad de recarga rápida y la portabilidad.
La tecnología de drones propulsados por hidrógeno se está convirtiendo poco a poco en una de las formas más comunes de vehículos aéreos utilizados por las organizaciones de la industria de la defensa. Dado que los drones tienen una firma acústica y vibratoria ideal para misiones de vigilancia y reconocimiento, se utilizan a menudo en operaciones militares. Los vuelos de largo alcance y la posibilidad de reabastecerse más rápidamente desde diversos lugares dan a los militares la capacidad de ampliar su alcance y sus operaciones.
Gracias al uso de drones propulsados por hidrógeno, las fuerzas de seguridad pueden vigilar objetivos sospechosos desde distancias más lejanas que nunca. Además de ofrecer una mayor capacidad de vigilancia, también proporcionan un mayor nivel de precisión cuando se trata de tareas de inspección como la desactivación de explosivos o la manipulación de materiales peligrosos. Los drones se han hecho cada vez más populares en esta aplicación debido a los costos más bajos, muchas veces las inspecciones pueden llevar más tiempo debido a que los tiempos de vuelo son más cortos y a la necesidad de repostar constantemente con los métodos convencionales. Los drones propulsados por hidrógeno aumentan la eficiencia de las inspecciones, lo que permite tiempos de vuelo más largos y un repostaje más sencillo, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.
Otro uso de los drones propulsados por hidrógeno son las operaciones de búsqueda y rescate. Esta tecnología ha demostrado su eficacia para salvar vidas en catástrofes naturales como inundaciones y terremotos, cuando el acceso a zonas remotas era difícil o imposible con los medios de transporte tradicionales. En las misiones de rescate, el tiempo es esencial. La capacidad de un dron para mantenerse en vuelo durante distancias más largas es crucial para el éxito de una misión.
A pesar de sus enormes usos y ventajas potenciales, aún quedan algunos retos por resolver antes de que los drones propulsados por hidrógeno puedan desplegarse a mayor escala en la industria de defensa. Uno de los mayores obstáculos es la logística de repostaje, que sigue siendo un desafío porque aún no se dispone de una infraestructura de repostaje que pueda soportar el despliegue a gran escala de estos drones. Además, debido al estado incipiente de esta industria y a su naturaleza altamente intensiva en capital, a algunos inversores les puede parecer demasiado arriesgada.
Para hacer frente a algunos de estos retos relacionados con el repostaje de hidrógeno, empresas como Haskel fabrican sistemas de carga portátiles que facilitan el reabastecimiento de combustible en entornos remotos o móviles, lo que los convierte en una solución ideal para la industria de defensa. Centrados en un repostaje rápido y la portabilidad, los sistemas portátiles de carga de gas como los de Haskel ofrecen un rendimiento robusto, probado y seguro para los operadores de drones militares. Al ser móvil y fácil de usar, el repostaje puede realizarse prácticamente en cualquier lugar. En comparación con el uso de electrolizadores y alternativas criogénicas, el repostaje de hidrógeno ofrece un ahorro de costos y proporciona el doble de autonomía que el repostaje en cascada.
El kit portátil de repostaje de Haskel para drones ofrece un diseño robusto y versátil. El kit puede llevarse a cualquier parte y, por tanto, elimina la necesidad de que el dron regrese al lugar de lanzamiento original. En su lugar, el dron puede volar durante más tiempo en una dirección, repostar cuando llegue allí con el Haskel UAV-RS y continuar operando. Este repostaje sencillo y fácil de usar proporciona flexibilidad a los operadores, ampliando significativamente las capacidades de los drones en cualquier aplicación. Otras soluciones de repostaje de hidrógeno disponibles en la actualidad son muy pesadas e inmóviles. El sistema de compresión de gas de Haskel está construido para ofrecer confiabilidad, calidad y practicidad. Y se ofrece como un kit completo, no necesita componentes adicionales después de la compra, también cuenta con un robusto maletín para proteger los componentes durante años.
Aunque todavía quedan algunos obstáculos antes de que los drones propulsados por hidrógeno puedan despegar realmente en la industria de la defensa, soluciones como las desarrolladas por Haskel para abordar la necesidad de recargas rápidas y portabilidad son muy prometedoras para el futuro del repostaje de drones con hidrógeno en aplicaciones como las operaciones de seguridad y vigilancia, al igual que las labores de búsqueda y rescate en todo el mundo.
Póngase en contacto con nosotros hoy mismo si tiene alguna pregunta sobre cómo esta solución portátil y eficaz de repostaje de hidrógeno para drones puede aumentar la funcionalidad de sus aplicaciones de drones de defensa.